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LOS RIESGOS PSICOSOCIALES DEL ESTRÉS LABORAL

LOS RIESGOS PSICOSOCIALES DEL ESTRÉS LABORAL

¿Sabe que el estrés laboral tiene relación con altos riesgos psicosociales?

El siguiente artículo de la Revista Portuguesa de Salud Ocupacional nos permite percibir la magnitud del estrés ocupacional como un problema de salud pública y como un factor de riesgo psicosocial.

EL ESTRÉS LABORAL COMO FACTOR PRINCIPAL DE RIESGO PSICOSOCIAL

El estrés laboral ya se considera un verdadero problema de salud pública, debido a su magnitud y trascendencia. Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), es el segundo problema de salud más frecuente en Europa, después de los trastornos musculo esqueléticos. Afecta a unos 40 millones de trabajadores en la UE; se estima que representa alrededor del 50 al 60% de todos los días de trabajo perdidos (EU-OSHA, 2017). El estrés laboral tiene un coste de alrededor de 20.000 millones por año (CE, 2002). En un comunicado de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, alrededor del 51% de los trabajadores europeos afirman que el estrés en su trabajo es común y el 41% considera que hay una mala gestión del mismo. En Portugal, las cifras comunicadas fueron del 59% y 62% respectivamente (EU-OSHA, 2013). En cuanto a las causas, entre las más señaladas por los trabajadores portugueses, se encuentran la reorganización del trabajo, la inseguridad en el contrato de trabajo y en las horas de trabajo o la carga de trabajo, así como la falta de apoyo de los colegas o superiores (EU-OSHA, 2013).

Los riesgos psicosociales pueden definirse como «los riesgos para la salud mental, física y social causados por las condiciones de trabajo y los factores organizativos y relacionales» (Pine, 2015). Son el resultado de la interacción entre el trabajador, las condiciones de vida en el trabajo y las condiciones de vida fuera del trabajo, y es probable que influyan en la salud, la seguridad y el bienestar del trabajador, con posibles repercusiones en la productividad y la satisfacción (DGS, 2010). Están estrechamente asociadas con el estrés laboral, pero también con la violencia, el acoso y la intimidación. Según Cox y Griffiths, citados por Sacadura-Leite y Grape, los riesgos psicosociales «tienen el potencial de causar efectos físicos o psicológicos adversos en la salud de los trabajadores a través de la experiencia del estrés» (Milk & Grape, 2010). El estrés es uno de los pilares más fuertes del riesgo psicosocial en el lugar de trabajo. El estrés ocupacional, también denominado «estrés profesional» o «estrés relacionado con el trabajo», pone de relieve «una consecuencia de la desarmonía (o desequilibrio) entre las exigencias del trabajo y las capacidades (y recursos o necesidades) del trabajador» (Milk & Grape, 2010). Representa «una interacción de las condiciones de trabajo con las características del trabajador, en la que las exigencias del trabajo superan la capacidad del trabajador para afrontarlas» (ACT, 2015).

Entre las consecuencias más comunes del estrés laboral se encuentran «una amplia gama de patologías físicas y mentales e incluso la muerte» (EC, 2002). En la literatura sobre el tema se identifican varios factores causales de este problema. Algunas de las causas identificadas son: «la carga de trabajo (excesiva o deficiente); el tiempo insuficiente para completar el trabajo; la falta de una descripción inequívoca de las tareas a realizar o de una cadena de mando; la falta de reconocimiento o recompensa por el buen desempeño profesional; la falta de oportunidades para expresar quejas; la falta de cooperación o apoyo de los superiores, colegas o subordinados; la inseguridad laboral y la excesiva rotación de personal; exposición a prejuicios relacionados con la edad, el género, la raza, el origen étnico o la religión; exposición a la violencia, las amenazas o el acoso; condiciones físicas de trabajo incómodas o peligrosas; falta de oportunidades para utilizar eficazmente los talentos o capacidades personales; y la posibilidad de que un pequeño error o la falta de atención momentánea puedan tener consecuencias graves o desastrosas». (CE, 2002)

Investigaciones recientes muestran que el estrés laboral aumenta el riesgo de depresión, así como el consumo de alcohol y drogas (Santos y Moreira, 2013). Las investigaciones en esta área también revelan que el estrés en el trabajo está asociado con un peor rendimiento, ausentismo y un mayor porcentaje de accidentes (SLIC, 2012). Además de los problemas de salud mental, «los trabajadores afectados por el estrés a largo plazo pueden acabar desarrollando graves problemas de salud física, como enfermedades cardiovasculares o trastornos musculoesqueléticos» (EU-OSHA, 2017).

Para las organizaciones, los efectos negativos del estrés ocupacional también incluyen el «presentismo» (trabajadores que acuden al trabajo a pesar de estar limitados funcionalmente), un mayor número de accidentes/lesiones y un aumento del número de jubilaciones anticipadas.

Aunque suele ser objeto de malentendidos y estigmatización, el estrés ocupacional, entendido como un problema de la organización (más que como un fracaso individual), puede controlarse de la misma manera que cualquier otro riesgo para la salud y la seguridad en el lugar de trabajo (EU-OSHA, 2017).

Consideraciones finales

El manejo del estrés laboral es uno de los mayores retos de la actualidad en el ámbito de la salud ocupacional, tanto por su impacto negativo en la salud de los trabajadores y el gasto público en salud, como por sus consecuencias directas e indirectas en la dinámica de las organizaciones y las economías de mercado. Es un factor de creciente preocupación en todo el mundo. Ha movilizado a los administradores, los médicos y los encargados de formular políticas para encontrar las estrategias más eficaces para combatir el problema.

Desde la perspectiva de la EU-OSHA, es necesario sensibilizar y crear instrumentos sencillos y prácticos para facilitar la gestión del estrés laboral. Es importante promover la vigilancia nacional de los factores de riesgo psicosocial en el trabajo y la elaboración de políticas y programas para prevenir el estrés y promover la salud física y mental y el bienestar de los trabajadores (EU-OSHA, 2017), teniendo en cuenta que la gestión del estrés ocupacional «no sólo es una obligación moral y una buena inversión para los empleadores, sino también un imperativo jurídico establecido en la Directiva marco 89/391/CEE, reforzado por acuerdos marco con los interlocutores sociales sobre el estrés en el trabajo y el acoso y la violencia en el trabajo» (EU-OSHA, 2017).

Fuente: Junqueira M. El estrés laboral como factor importante de riesgo psicosocial. Revista portuguesa de salud ocupacional en línea. 2017, volumen 3, 1-3.